diumenge, 20 de juny del 2010

José Saramago: La ética se queda a oscuras.


El viernes 18 de junio nos sorprendía la noticia de la muerte de José Saramago.
Sentí que nos habíamos quedado sin una persona referente de los valores éticos y morales que tanta faltan nos hacen en estos tiempos convulsos, en los que el capitalismo impone sus reglas más despiadadas.
Quiero testimoniar humildemente mi profunda admiración a su persona, a su obra y a su compromiso político y social.
Su dimensión intelectual, artística y humana lo situan de pleno como una figura mayor de nuestra Historia.
Escritor comprometido hasta el final:
“ No he tenido que renunciar al comunismo para llegar al Nobel”, declaró tras recibir el premio en 1998.
“El hombre más sabio que he conocido en toda mi vida no sabía leer ni escribir”. Así arrancaba el discurso que pronunció al recibir el Nobel.
Toda una loa a los humildes.
Ha muerto la indignación activa, la conciencia en alerta, y todo un icono de la conciencia social.
Será duro saber que no está cuando precisemos de su voz alentadora en las mil batallas pendientes contra un sistema feroz.
Pero sé que una voz en nuestras conciencias, nos recordará que sigue con nosotros el ejemplo de ese hombre llamado José Saramago.